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La tentación

Atraidos por la mentira

En el antiguo muelle de madera, el experimentado pescador ata cuidadosamente el anzuelo al hilo, luego coloca en él la carnada que seducirá al pez. El experto pescador sabe que para pescar cierta clase de peces, necesita una clase específica de carnada… una mosca seca para pescar truchas, gusanos para los robalos, o carnadas olorosas para el pez gato. Lo que el pez no sabe, es que “las cosas no son como parecen…”. En cuestión de segundos, ante la tentadora oferta, muerde el anzuelo, pelea por zafarse y ¡el resultado es un delicioso filete de pescado en la mesa del pescador!

El momento de rechazar la tentación es en el instante de sentirnos atraídos, justo antes de dar la primera mordida. Aléjese de inmediato del pensamiento que le seduce, pues una vez que lo prueba, seguramente le atrapará su delicioso y venenoso placer.

Todos sabemos lo que significa ser seducidos por una mentira, por la oferta de algo que promete ser bueno, pero al final no nos conviene. La tentación es ésa seducción que esconde el anzuelo mortal. Pero ánimo, usted no tiene porqué morderlo.

Jesucristo experimentó la tentación. Por eso nos puede comprender y ayudar en medio de la tentación.  “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso  para socorrer a los que son tentados”. (Hebreos 2:18)

La solución de Dios para escapar de la tentación no siempre es evitarla, sino resistirla de manera más confiable y práctica. En la lucha contra las tentaciones de Satanás, aprenda a estar firme confiando en el Señor porque su fortaleza es suficiente ¡para lograr el éxito!

En esta Clave conozca las causas por cuales caemos en tentación, y los pasos que podemos tomar para mantenernos firmes en las promesas de Dios y evitar caer en pecado.

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La Tentación

Dios Dice

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)

Más versos
Efesios 6:12, Hebreos 12:4, Romanos 8:37, Salmos 25:15