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Orgullo y humildad

La medicina contra el egoísmo

La palabra orgullo tiene dos significados: El espíritu de soberbia que se siente superior (una característica negativa).   El espíritu de satisfacción placentera de valor adecuado (una característica positiva)…  En el Nuevo Testamento, la palabra orgullo casi siempre tiene una connotación negativa pues comunica altivez, desdén y soberbia.

La palabra humildad tiene dos significados: Un espíritu de respeto, deferencia y mansedumbre (una característica positiva).  Un espíritu de insignificancia, de subordinación y de inferioridad (una característica negativa).  En el Nuevo Testamento la humildad casi siempre tiene una connotación positiva, pues comunica bajeza (en el buen sentido) o humil-dad de mente.

Algunas características de la percepción secular del orgullo: Nunca admita una debilidad, exija sus derechos, busque el reconocimiento y la alabanza para si mismo, procure vengarse cuando reciba un agravio, no busque el consejo de otras personas, busque la aprobación de otros…

Dentro de las características de  un corazón humilde conforme a las Escrituras están: deléitese en sus debilidades, renuncie a sus derechos personales, solo acepte el reconocimiento de parte de los demás, esté dispuesto a pasar por alto la ofensa, busque el consejo de otras personas, desee la aprobación de Dios…

Dios desea guiarlo sabiamente para llegar a encontrar la raíz del problema, que pase de una creencia falsa a una creencia correcta como esta: “Mi éxito no viene de mi esfuerzo personal, el cual produce orgullo, sino de permitir a Cristo moldear mi carácter para hacerlo como el suyo. Sólo lo que se hace por el poder de la vida de Cristo en mí tiene resultados duraderos”.

En esta clave aprenda cuáles son las causas de la naturaleza orgullosa, los pasos para encontrar la solución y la forma en que Dios nos presiona para que cambiemos….

“Cuando tenemos un corazón humilde, reflejamos el corazón de Dios”.

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Orgullo y humildad

Dios Dice

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3

Más versos

Mateo 18:4; 2 Timoteo 3:2; Santiago 4:6